En la Sierra de Albarracín (Teruel) está el Pinar de Ródeno. En una zona de cerca de 30 hectáreas se ha contabilizado 12 abrigos. En 1982 E. Marconell descubrió los primeros abrigos, fechados entre el 6000-1500 a.C. Se distinguen del resto de representaciones levantinas por el empleo del color blanco y por el gran tamaño de las figuras de bóvidos.
Estos abrigos, la mayor parte, están muy deteriorados debido a las inclemencias del tiempo y también porqué estuvieron expuestos a la mano del hombre, llegando incluso a hacer fuego en el interior. En los años 80 se pusieron rejas para evitarlo, pero el mal ya estaba hecho. Debido a ello, la mayoría de pinturas son difíciles de observar y hay que echar mano a la imaginación. Las únicas que pude sacarle una foto visible fueron las del Abrigo del Tío Campano donde se observa un ciervo y un caballo.
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